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lunes, 17 de abril de 2017

5 de entre 10 y 15. Los Pequeños de la Foz de Ramallosa (III)

A caballo entre Panxón y Baiona, la Foz de Ramallosa es uno de esos lugares que producen en mi un efecto balsámico, aunque eso en verdad me sucede con salir sin más al medio natural y perderme entre la vegetación y la interminable variedad de manifestaciones de nuestro entorno. Y no me sucede solo a mi. Conscientes o no, todos experimentamos esa tranquilidad y desconexión desde el primer instante en que nos encontramos rodeados de naturaleza por todas partes. Es como volver a casa.

Así se sienten también una considerable variedad de pájaros de distintas especies en este humedal de reducidas dimensiones del que os vengo hablando hace ya algunos meses. Hoy me quiero dedicar a los más pequeños de los que por allí se mueven, cinco especies que destacan por su exiguo tamaño.

Es un tema espinoso este del tamaño, porque si no hay algo con que compararlo, nunca está uno seguro de si el pájaro es grande y está lejos, o más bien pequeño y cerca.


Bisbita pratense,




colirrojo tizón,

 tarabilla común,

verdecillo

y buitrón


forman un quinteto de pajarillos que probablemente nunca lleguemos a ver juntos. Sin embargo, todos ellos nos acabarán saliendo al paso en el transcurso de unas pocas horas de paseo por la Foz.

Con sus quince centimetros de la punta del pico a la de su parda cola, el bisbita pratense es el más grande de nuestros protagonistas de hoy, más o menos del mismo tamaño que el popular gorrión común, para que os hagais una idea. Sin embargo, cosa curiosa, parece más grande.
Por su aspecto general, de colores terrosos, rayado y moteado en su parte delantera, es fácil confundirlo con alguna especie similar, aunque este solo nos visita de octubre a marzo.
Le gusta andar por el suelo, rebuscando larvas e invertebrados entre la hierba. Su reclamo, bis - bis - bit, haciendo honor a su nombre, le descubre en seguida.
Si lo vemos de cerca y con ayuda de una buena óptica, podremos ver su uña posterior, que es larga y recta, y que a mi me recuerda a esos guitarristas flamencos de siempre.

 

        Pica dos Prados (Anthus pratensis) from Jaime Sáiz on You Tube.

Un centímetro menos, catorce, es lo que mide el vivaracho colirrojo tizón, otro cuyo tamaño engaña, aunque este porque parece mas pequeño, quizás por ser tan oscuro.
Es hermosa la combinación del negro azabache de su cara y espalda, el gris ceniza del resto de su cuerpo, la coqueta coca blanca de su "manga" y la roja "brasa" de su cola inquieta, que es lo único que tiene en común con la hembra.
Mucho disfruto observándole desde la ventana de mi despacho, erguido cuando se posa en la valla, o rebuscando en el suelo los saltamontes, lombrices o gusanos que consigue pillar.
Curioso comportamiento el de este pajarillo que siendo eminentemente rupícola se ha hecho un hueco en nuestros vecindarios, en las fachadas de nuestras casas, o en los patios interiores, como el de  mi madre, por ejemplo. Se encuentra cómodo en nuestras paredes, muros y canteras cuando el excesivo rigor del invierno le fuerza a abandonar las piedras de la montaña.
Es un ser solitario y discreto, pero de una innegable elegancia, tanto en su vestimenta como en sus andares. Lo mejor, el movimiento espasmódico de su cola roja, y ese amago con su cabecilla, como si nos piara "que te voy..."

  

 
Rabirrubio (Phoenicurus ochruros) from Jaime Sáiz on You Tube.


Posada en tercera posición tenemos a la tarabilla común, con unos más modestos doce centímetros. A cualquiera de nosotros un nombre así de diminutivo, de poca cosa, empeñado en restar importancia, nos desanimaría de dejarnos ver.
Esta pequeña cuña sin embargo, esta tablilla, que también eso quiere decir su nombre, lejos de amilanarse, se planta toda entera en lo mas alto de un tojo, encima de un poste, coronando un árbol, o mejor, un arbolillo, mientras reclama con el chasquido de su voz, sin quitar ojo a todo lo que de insecto se mueva por los alrededores. Y así que el primer par de alas se insinúa a pleno zumbido, allá se lanza ella, ágil y directa, a merendárselo.
No es menos elegante su atavío, contrastando cara y cabeza en negro con gola blanca y pecho anaranjado.

  

 
Chasco común (Saxicola torquata) from Jaime Sáiz on You Tube.


El verdecillo, apenas once centímetros, se encuentra ya inevitablemente relegado a la categoría inferior. Pero todo lo que tiene de pequeño, que lo es y mucho, lo tiene también de pinturero, gracias a ese llamativo verde limón que le da nombre.
De aspecto rechoncho y esponjoso, se desgañita vivo desde lo alto de una rama, un cable del tendido, o una antena cualquiera. Tiene un canto chisporroteado, como si fuera aceite hirviendo de color dorado y brillante que en realidad no es tan distinto del de su pecho y su cara.
Nada tímido, a pesar de su diminutivo nombre, serín y verdecillo, por si fuera poco, modifica su vuelo durante la fase nupcial, haciéndolo más ralentizado a base de combinar aleteo y planeo a la manera de los murciélagos.

  

 
Xirín (Serinus serinus). from Jaime Sáiz on You Tube.


Y por último, qué decir del buitrón, campeón, con sus diez centímetros, de lo pequeño, a quien nuevamente la crueldad popular se ha regodeado en bautizar con un nombre que por no corresponderle, pretende seguro incomodarle. Ni más ni menos que el de una de las rapaces más grandes, el buitre, y en forma aumentativa, por si la mera comparación no fuera ya suficientemente cruel.
Un pajarillo tierno y entrañable, de cabeza grande en proporción al resto de su cuerpo, y plumaje castaño, rallado en sus partes superiores, en claro contraste con las inferiores, más blanquecinas.
Un vigoroso plumífero que reclama su territorio a puro golpe de ala, proclamándose con su tssip - tssip reiterativo, para que nadie deje de saber quien es el que manda ahí.
Más fácil de oir que de ver que, cuando está sobre nuestras cabezas, quizás por el color más claro de sus partes inferiores, nos pasa desapercibido.

 

Carriza dos xuncos (Cisticola juncidis) from Jaime Sáiz on You Tube.



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Las cinco imágenes de aves que he utilizado proceden de la web de la Sociedad Española de Ornitología. Son propiedad de Juan Varela, y forman parte de su guía "Aves de España", cuya adquisición recomiendo a todo el que quiera profundizar en el conocimiento de nuestras aves.

1 comentario:

  1. me parece una entrada increíble. Yo también suelo ir a ramallosa a avistar aves ey quería decir que aunque no he avistado todas las especies que tu si he avistado dos que no aparecen en esta trilogía de entradas. El mosquitero común y el zarapito real el cual es mi ave preferida junto a la corneja y las garcetas. el mosquitero es fácil de confundir con el verdecillo pero yo le hice una foto y luego lo comparé con el libro Aves de España el cual recomiendas. También se pueden observar zarapitos en la parte mas lagunosa normalmente junto a las gaivotas choronas. Esta última es mas difícil de ver por su buen camuflaje.
    ME encantó esta entrada y la pondré en practica para identificar a los pájaros.

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